sábado, 24 de septiembre de 2016

Héroes burgaleses en el Museo Militar

Recientemente se ha anunciado el estreno en los cines para diciembre de 2016, de la película "1898 Los Últimos de Filipinas". Este anuncio me invita a recordar que en el Museo Militar de Burgos se puede disfrutar de los Retratos de tres héroes burgaleses: el general Fidel Ángel de Santocildes, cuyo papel en la Guerra de Cuba fue sobresaliente, y los soldados Marcelo Adrián Obregón y Ciriaco Fuentes Olmo, que realizaron acciones más que destacadas durante la Guerra de Filipinas.

Mención especial merece Marcelo Adrián Obregón, héroe de Baler e integrante de aquel irreductible y por todos admirados grupos de hombres que han pasado a la historia como Los últimos de Filipinas. Nacido en Villalmanzo, en el año 1898 recaló en el pueblo costero de Baler, durante el famoso asedio de meses, ocupó siempre el puesto de vigilancia en la torre de la iglesia, adonde, durante los largos ataques, le subían la comida en polea. Afortunadamente, fue uno de los 33 supervivientes de aquella insólita gesta, toda vez que resistieron muchos meses después de hubiera terminado la guerra, casi olvidados por todos, españoles incluidos. Su ejemplo fue admirado por todo el mundo, llegando su resistencia a ser estudiada en la academia militar de West Point.

Marcelo Adrián Obregón


Ciriaco Fuentes Olmo, natural de Buezo, era sargento de Infantería en plena rebelión tagala. El capitán general de Filipinas, encargó proteger Manila, la capital. En febrero de 1897, Estaban los españoles a punto de ser rechazados por los rebeldes cuando en un arranque casi suicida el sargento burgalés, al mando de su pelotón, formado por ocho hombres, consiguió llegar hasta uno de los parapetos desde los que estaban haciendo blanco los insurrectos y tomarlo causando numerosas bajas al sorprendido enemigo. Su acción permitió abrir un hueco por el que entraron como una manada el resto de los hombres de la brigada, que permitió finalmente, tras un combate fiero y terrible, conquistar totalmente la ciudad, lo que cerró toda posibilidad de avance hacia Manila de los tagalos. Tras la capitulación española, el héroe burgalés regresó a la metrópoli. En el año 1901 el Consejo Superior de Guerra y Marina le concedió la Cruz de primera clase de la Real y Militar Orden de San Fernando.

Ciriaco Fuentes Olmo

Fidel Alonso de Santocildes, nacido en Cubo de Bureba, pasó a la historia por su heroico papel en el conocido como combate de Peralejo, en el que este general burgalés terminó perdiendo la vida. Fue en el año 1895. Al frente de 1.500 hombres, Santocildes cayó en una emboscada del rebelde Antonio Maceo. Conocido por su ardor guerrero y por su valentía en el campo de batalla, virtudes que le habían granjeado fama, ascensos y respeto entre los suyos, no se arredró en ante la celada que perpetrada por los cubanos. Pese a ser menos en número, y sabedores de que en aquel enfrentamiento tenían todas las de perder, el burgalés encabezó la ofensiva, siendo de los primeros en recibir el plomo enemigo: le impactaron dos balazos que lo dejaron muy grave. 
Sus hombres trataron de llevárselo de la primera línea de ataque, pero él no se dejó, argumentando que se trataba de dos inofensivos arañazos cuando en realidad se trataba de heridas más que severas que lo inhabilitaban para el combate. El general siguió luchando hasta que recibió un tercer disparo, que le hirió en la cabeza y le provocó la muerte.
Por su brillante carrera militar y heroicidad, el 31 de julio de 1895, el Ayuntamiento de Burgos le otorga el nombre de una calle, y más tarde la Plaza de Santander cambia su nombre por el de Plaza del General Santocildes.

General Fidel Álonso de Santocildes

jueves, 8 de septiembre de 2016

Antecedentes históricos de la telecomunicaciones militares en Burgos

Del 5 al 7 de septiembre de 2016, se ha desarrollado en Burgos el Congreso Internacional de Historia de las tecnologías de la información y comunicaciones al servicio de la defensa, HISTICDEF. Organizado por la Universidad de Burgos y el Regimiento de Transmisiones nº1. Al mismo he presentado la comunicación titulada "Cronología, procedencia y funciones de los equipos de telecomunicaciones del museo militar de Burgos". En la primera parte de esta comunicación se ha realizado una breve introducción sobre las instalaciones y unidades que alojaron tropas de transmisiones, y es lo aquí os presento.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LAS TELECOMUNICACIONES EN BURGOS

Si la presencia militar en la Ciudad de Burgos se remonta al propio origen de la ciudad, la aparición de los medios de comunicaciones va ligada a las necesidades de la defensa, especialmente en los periodos de conflicto. A través de las instalaciones o unidades que han formado parte de la guarnición de la ciudad, nos introduciremos en los equipos que hoy muestra el Museo militar de Burgos, como memoria de su pasado.

Durante el siglo XIX no hubo Regimientos de Ingenieros de forma permanente en la ciudad, pero si se contaba con un Parque de Ingenieros que almacenaba los materiales del Arma. Entre las diferentes ubicaciones que contó, destaca la antigua Alhóndiga municipal (hoy Centro Cultural Francisco Salinas) que alojó tras la Guerra de la Independencia hasta 1835 a la Maestranza y Parque de Ingenieros. A partir de 1835, el Parque se trasladó a la Iglesia de San Esteban que a su vez acogería en 1837, al Regimiento Nacional de Ingenieros, manteniendo dichas funciones hasta 1848.

Ubicaciones en el plano de Burgos de 1900 donde se alojó el Parque de Ingenieros

Gracias al plano que el ingeniero cartógrafo militar Francisco Coello, realizó para el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar en 1868. Tenemos testimonio que en esa fecha el castillo funcionaba como Parque de ingenieros. En el castillo, encontramos la primera relación directa con las telecomunicaciones, este fue utilizado como base de una torre de telegrafía óptica, siendo su funcionamiento únicamente entre 1846 y en 1854, debido a la pronta irrupción del telégrafo eléctrico. Aun así la silueta de la torre sobreviviría varias décadas como atestigua la fotografía de J. Laurent de 1870.

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Detalle de la imagen de J. Laurent de 1870

En los años finales del XIX, hubo de nuevo traslados entre las instalaciones que acogieron a unidades de ingenieros. Entre 1884 y 1888 se alojó al Primer Regimiento de zapadores-minadores (actualmente Ring nº7) en el Palacio de las Cuatro Torres, hoy Palacio de Capitanía. Mientras el Parque de Campaña de la Comandancia de Ingenieros, estuvo instalado en el cuartel de milicias de la calle Avellanos, como atestigua el Plano de los ingenieros Martín Campos y Lostau de 1894.

Capitanía General de Burgos, Colección Galafel, AMBu, FO -28557

En el siglo XX, la presencia de una Capitanía militar en Burgos, hizo que la ciudad tuviese una unidad de enlace permanente. Además de la jefatura, unidad, parque y talleres de transmisiones, que corresponden a la cabecera de la Región militar. En cuanto a la Red Telegráfica Permanente, en 1924 se instala la estación radiotelegráfica de la Capitanía General de Burgos, cuyas iniciales son E.G.R. siendo el alcance de esta estación de 300 kilómetros. 

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Correos y Telégrafos, Jefatura de Transmisiones del Cuartel General del Generalísimo

En 1936, Burgos era una de las 12 estaciones radiotelegráficas de la Península, pero la coyuntura de la Guerra civil, situó a Burgos en el epicentro del mando del bando sublevado. Este hecho hizo que se ubicara en la ciudad, la Jefatura de Transmisiones del Cuartel General del Generalísimo, en concreto, en el edificio de Correos y Telégrafos. Otra consecuencia fue la instalación de un Grupo de descriptado, en el que la maquina Enigma tuvo un papel muy importante. E incluso la Legión Cóndor tuvo su central telefónica en el hotel María Isabel, además de central de teletipos, puestos de radio y goniómetros.

Hotel Maria Isabel, Plaza Castilla, Burgos

Desde el punto de vista académico, en fuentes blancas se instaló la academia de Alféreces provisionales del Arma, del autodenominado bando nacional. Posteriormente la ciudad alojó la Academia de Ingenieros, primero en la sede de La Merced y entre 1954 y 1986 en el actual acuartelamiento Diego Porcelos.

La Academia recién construida (años 50) AMBu Fo-16180

Paralelamente a la Academia de Ingenieros, funcionaba la Unidad de Ingenieros Regional de Burgos y el Parque y Talleres de Transmisiones de la Jefatura de Ingenieros de la 6ª Región Militar. Los equipos de transmisiones, fueron usados por las diferentes unidades de la plaza de Burgos, tales como el Regimiento de Infantería San Marcial, el de Artillería o el de Caballería. De este ultimo podemos ver en la imagen siguiente la sala de instrucción que disponía en el antiguo cuartel de caballería de San Pablo.

Sala de transmisiones del Regimiento de caballería España 11

Sala de transmisiones del cuartel de infanteria Rodrigo Diaz de Vivar. 
Archivo Diputación Burgos. Photo Club.

Una unidad que también merece ser recordada es la Unidad de Transmisiones Regional V, creada en 1965, con la misión de atender las Redes de Transmisiones Territoriales de la Región Militar. Esta unidad se encontraba en el acuartelamiento Rodrigo Díaz de Vivar, hasta que en 1975 la compañía se traslado a la base de Castrillo del Val
En 1986 se traslada a Burgos el Regimiento Mixto de Ingenieros nº5, que permanece hasta 1996. En esta fecha le sustituye en la ciudad el Regimiento Mixto de Ingenieros nº1, base sobre la cual se crea en el mismo año el Regimiento de Transmisiones nº1. Unidad que hoy en día maneja los sistemas de información y telecomunicaciones más modernos enfocados a la defensa.


Escudo del regimiento de Transmisiones nº1

Todas estas unidades e instalaciones, han dejado parte de su testimonio en el Museo Militar de Burgos. El cual es un museo de carácter local, enfocado en su origen en 1987, a custodiar los objetos de mayor valor histórico cultural de las unidades desaparecidas de la antigua Región Militar Pirenaica Occidental, que tenía su Capitanía en Burgos.


Miguel Espinosa Ortega